Hace varios meses que el Ayuntamiento instaló
un enorme foco para iluminar por la noche la estatua de la princesa Dácil, en la carretera de entrada a La Orotava por El Ramal. No se trata de un pequeño punto de luz lo más cercano al pedestal de dicha escultura, sino un potente reflector que ilumina toda la zona y que
molesta a los vecinos de varias decenas de metros a la redonda (Urbanización de Las Palmeras, Paseo Domínguez Alfonso, Cruz de la Cebolla, Risco Caído). Ahora que se acerca el verano, muchas personas ni siquiera pueden dejar un poco abiertas sus ventanas para ventilación debido a la gran claridad que hay.
Por otro lado, supone un
derroche de energía eléctrica; en la rotonda donde se encuentra la estatua de la princesa ya existen varias farolas de gran altura que iluminan la zona, y además con luz amarilla para combatir la
contaminación lumínica, a la que, por otro lado, sí que contribuye este molesto foco de intensa luz blanca.